Estamos muy cerca del fin de año. Si bien es cierto que son pocas las cosas que se podrían hacer a estas alturas para cambiar la realidad económica de tu empresa, resulta de suma importancia tomar acciones que no solo te ayuden a evaluar efectivamente la gestión realizada durante el año saliente, sino también a prepararte mejor para el entrante.
Entre las cosas que debes hacer están:
La preparación de reportes importantes: Independientemente de si eres tu propio contador o tienes un departamento para esos fines, al cierre del año debes tener a mano las informaciones financieras claves de tu empresa.
Informaciones como las ventas por producto por mes, utilidades brutas, utilidades netas, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, cuentas de dudoso cobro (si aplica), utilidades brutas y netas por sucursal (si aplica), en fin, todo lo que te ayude a determinar qué se vendió, en qué cantidad se vendió, cuánto produjo como beneficio y dónde se originaron esas ventas.
Estas informaciones te ayudarán a rastrear lo que sucedió con el dinero en tu empresa. De dónde vino y hacia dónde se fue. Además de que te servirán de punto de partida para preparar el plan de acción para el año venidero.
La evaluación de tu personal: Evaluar tu personal al final del año es algo que todas las empresas deben de hacer pero muy pocas se preocupan por hacerlo.
La importancia de esto radica en que tus colaboradores son los responsables de ayudarte a alcanzar los objetivos que has fijado para tu negocio, pero ¿Cómo puedes saber quién está ayudando y quién no si no se evalúan los resultados de su trabajo?
Una evaluación justa y oportuna puede detectar quién no debería seguir contigo el año próximo, quién necesita ayuda para mejorar y a quién debes premiar por el buen trabajo realizado.
La Creación de un plan estratégico: Un plan estratégico, como su nombre lo indica, es el conjunto de estrategias y tareas a implementar en aras de cumplir los objetivos que pretendes alcanzar en un período de tiempo determinado.
El plan estratégico debe partir de la realidad de tu empresa en el momento, no de lo que quisieras que fuera. En base a esa realidad, debes detectar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) a la que se expone tu negocio. Esto es lo que determinará cuáles serán las estrategias y tácticas a implementar.
En caso de que ya tengas un plan creado que abarque el año venidero, deberás poner en contraste lo logrado durante el año con lo establecido en el plan y, en función de los resultados, realizar los ajustes necesarios.
Analizar el comportamiento del mercado y las tendencias de tu industria: El análisis de tendencias es un ejercicio especulativo que, realizado con buena base y ojo crítico, es capaz de ayudarte a visualizar el rumbo que lleva la industria en que te desenvuelves y la manera en la que podría reaccionar el mercado.
Una vez tienes la idea de hacia dónde va tu sector, puedes elegir entre ponerte a la par del mismo o desarrollar estrategias de diferenciación que te permitan apartarte de la competencia sin perder cuota de participación.
Ten una última reunión con tu equipo: Lo sé, cuando viene a finalizar el año ya has realizado tantas reuniones que lo último que quieres es una reunión más, pero esta es de suma importancia y no debe ser eludida.
En esta última reunión debes comunicarles a los miembros de tu equipo la manera en que se desarrolló el año en términos financieros, así como también, compartir tu visión para el futuro de la empresa, los planes y el papel que cada uno jugará dentro de ellos.
Esta debe ser una reunión en un tono alegre y motivador, ya que el principal objetivo tiene que ser ajustar la actitud mental y prepararla para el nuevo año.
Como cabeza de un equipo de trabajo, no debes permitirte cerrar un año sin haber evaluado lo que has hecho ni formulado un plan para enfrentar el porvenir.
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