¿No se supone que uno crea un
negocio y la gente va por su propia cuenta?
¿Qué pasa cuando eres excelente
en lo que haces y aun así, nadie cruza por la puerta queriendo lo que tienes
para ofrecer?
Parece algo hasta contradictorio,
pero a pesar de vivir en un mundo tan densamente poblado, a veces se hace
prácticamente imposible encontrar gente que esté dispuesta a pagarte por eso
que vendes.
Bueno, no es imposible… Ni tan
difícil, cuando entiendes lo siguiente:
Una de las principales razones a la que los administradores
y propietarios de empresas le atribuyen un pobre (o insatisfactorio) desempeño
de sus negocios es a lo que sus empleados hacen o dejan de hacer. ¿Será que
existe un plan maligno de todos los empleados para joderles la existencia a sus
empleadores? – Yo no lo creo.
De hecho, creo en que hay una gran variedad de
razones por las que un colaborador pudiera no estar rindiendo los resultados
esperados, muchas de ellas causadas por el propio empleador. También creo que,
si está en el más puro interés del empleador lograr resolver las problemáticas
relacionadas al desempeño de su equipo de trabajo, hace falta que conozca las
siguientes posibles razones y la manera correcta de abordarlas.
Bienvenido al competitivo mundo de los negocios,
este no es el salón de clases en donde si alguien te copiaba la tarea el
profesor podía enviarlo de castigo a la oficina del director.
La realidad es que los mercados se hacen cada vez
más competitivos, la lucha por los clientes más férrea y los competidores son
cada vez más atrevidos. Tanto así que algunos tienen la osadía de tomar
productos existentes y copiarlos casi en su totalidad para luego competir
contra los creadores originales.
Lo grave del caso es que muchas veces esas copias terminan desplazando a los originales. Recordemos el escandaloso caso en el que la famosa red social Instagram, le “tomó prestada” la función de historias a la red social Snapchat rebautizándola como Instagram Stories. Ya para finales del año 2017, las visualizaciones de las Instagram Stories sobrepasabancasi por el doble a las de las historias de Snapchat.
Es muy tentador el querer abrir
un segundo negocio y generar dinero extra cuando ya tenemos un primer negocio
que marcha de manera estable y autosuficiente, ahora bien ¿Realmente necesitas
un segundo negocio?
Hace poco me encontré con este
escenario en una de mis consultorías. El cliente, propietario de un taller de
reparación y mantenimiento de frenos que goza de excelente aceptación en el
mercado, me llamó porque quería diversificar sus fuentes de ingreso; para ello
me habló de la idea de poner un negocio de venta de comida rápida justo en
frente de su taller. Veía esto como una forma de aprovechar el flujo de gente,
así como de atraer a un público nuevo.